Atrás quedó el mes; la señora colorada no aparecía. Llegó a concluir, cierta noche de cierto día, en la anhelada solución que de tanta necesidad era: tentar a la fortuna con su gran elocuencia.
«¡Ay de ti, sucia, cruel, traidora! ¿Cómo ahora me abandonas, tú que siempre has sido tan pronta? ¡A mi vendrás, horrible, maldita! ¡Ten por cierto, descocada, que usando yo esta artimaña, te atraparé, rojiza arpía, y te sentiré húmeda y manchada!»
Riendo danzaba alegre la colegiala, pensando felizmente cómo la historia acababa, al son de su pensada trama, disfrutaba y recitaba:
«Resistirte no podrás, esta ahora será mi chanza: blanco mi vestido, blancos mis zapatos, blanco el fino lino y tú para mancharlo. No podrás, oh colorada, resistir tal tentación, de dejarme humillada con una mancha en el sillón. Mas tente, locuela, te cazaré cual sanguijuela, tu captura un soldadito estará aguardando, para sujetarte bien fuerte y dejarte temblando. ¿Asustada estas por su presencia? Deja que lo aguarde con vehemencia. Pagarás por confiada este gran agravio de dejarme desolada con un muy mal presagio»
Pero el día pasó sin ningún resultado, y así, día tras día, la joven fue desesperando. Cierta noche de cierto día, apareció en sus sueños con una gran sonrisa la Dama de sus deseos.
«¡Ay de ti, imprudente y miserable! Por tanto maldecirme te dejé todos los males; con tu charla obtuviste aquello que quisiste. ¿Confiada me llamaste? Confiado tu desastre. No pidas más demoras, quiero ver como lloras; pues así es, niña confiada, por tu cruda inconsciencia ahora estás embarazada.»
Hola, Ana ! Es Guido.
ResponderEliminarNo sé lo que te ha ocurrido para que escribieras algo así xD
aeieaieaijeaijeaijeaijaei
Debo decir que es la cosa más sexual que te veo escribindo.
Ha quedado bien ... interesante, diría yo que está poeticamente escatológico.
jo! es brutal!XD en serio no se de donte sacas estas ideas jajaja
ResponderEliminar